Vidrio
Las puertas de vidrio se componen de un marco perfilado extrudido de aluminio con acabado brill (pulido), cepillado/oxidado o pintado con polvos, con acabado mate. A la estructura del marco de aluminio (en algunos casos enchapado de polipropileno) se aplica un vidrio brillante o satinado, en las versiones bronce, transparente, stop-sol o pintado, de 4mm de espesor. El vidrio siempre es templado, es decir que presenta las características de dureza y resistencia a los golpes que se obtienen a través del templado. Por sus características, no siendo poroso, resulta impermeable, higiénico, resistente al deterioro y al decaimiento estético, fácil y rápido de limpiar.
Dónde están
- Puertas
- Electrodomésticos
- Estantes
- Traseras
- Mesas
- Encimeras
Datos técnicos
El vidrio es un material altamente higiénico de alto impacto estético con el que se pueden realizar varios componentes: puertas, encimeras, traseras, estantes, electrodomésticos, placas de cocción, mesas.
Las puertas de vidrio se componen de un marco perfilado extrudido de aluminio con acabado brill (pulido), cepillado/oxidado o pintado con polvos, con acabado mate, con un espesor que puede ser de 20-24mm. En algunos casos, la puerta puede ser enchapada en la parte posterior con un panel (polipropileno), que asegura una mayor estabilidad y también un mejor impacto estético. A la estructura del marco de aluminio se aplica un vidrio brillante o satinado, en las versiones bronce, transparente, stop-sol o pintado, de 4mm de espesor. El vidrio siempre es templado, es decir que presenta las características de dureza y resistencia a los golpes que se obtienen a través del templado. El procedimiento consiste en calentar el vidrio a altas temperaturas (650°C) para luego enfriarlo bruscamente con chorros de aire. Esto permite obtener un vidrio seguro y 5 veces más resistente que el vidrio tradicional, y que en caso de rotura se fragmenta en trozos minúsculos no filosos. La principal característica de las puertas de vidrio es que asocian un fuerte impacto estético a una alta garantía higiénica derivada de la impermeabilidad y ausencia de porosidad de la superficie. Todo esto hace del vidrio un material resistente al deterioro y al decaimiento estético a lo largo del tiempo, fácil y rápido de limpiar, siempre que se utilice y mantenga correctamente. La puerta de vidrio tiene una alta resistencia a las manchas y a la cal, sobre todo si el vidrio es brillante; no absorbe líquidos, por lo que ofrece un excelente nivel de protección contra el aceite y otros productos de uso cotidiano. Además, no sufre ninguna variación dimensional por efecto de la temperatura o de la humedad. “Atención: no derramar líquidos sobre estas superficies, ya que pueden penetrar en el interior de la estructura del mueble a través de las juntas y las fisuras y generar expansiones en el caso de la madera, o efectos corrosivos en los elementos metálicos” (Franco Bulian vicedirector Catas – Ambiente Cocina). Atención también a la infiltración de líquidos y polvos en la parte posterior de la puerta entre el vidrio y el marco en ausencia de panel HDF: limpiar regularmente y secar bien.
En el caso específico de la encimera de vidrio valen las notas técnicas y estéticas anteriores. La característica principal es que al fuerte impacto estético se asocia la higiene, asegurada por la superficie no porosa, la resistencia a la torsión y a los choques, y la resistencia al deterioro estético a lo largo del tiempo. Los materiales empleados para la construcción de estas encimeras son los siguientes:
1) Vidrio de 12 mm de espesor
2) Soporte de melamina clase E1 hidrófugo V100 espesor 28 mm
3) Canto de aluminio o canto de vidrio
4) Lacado con pinturas sin plomo
5) Colas especiales
Mantenimiento
Para la limpieza de las puertas de vidrio, al igual que las encimeras, es posible utilizar un paño de microfibra suave y un detergente para vidrios. Evitar las lanas metálicas, las esponjas abrasivas y, en general, elementos ásperos que puedan rayar. Por el mismo motivo no deben utilizarse sustancias abrasivas ni detergentes en polvo; evitar todos los productos particularmente agresivos (el ácido fluorhídrico, por ejemplo, comporta daños irreparables). Evitar los choques y el contacto directo con objetos muy calientes o muy fríos. Más específicamente, no apoyar materiales candentes o recalentados o que hayan estado en contacto con el fuego: ollas, cafeteras, placas, parrillas, planchas, etc. (en estos casos, proteger las superficies con soportes de apoyo). No golpear el vidrio con objetos contundentes (utensilios, botellas, ollas, etc.) que puedan causar mellas. En caso de manchas de cal, se pueden utilizar detergentes ácidos o vinagre (ácido acético al 10-15% y ácido cítrico diluido). En el caso de las puertas, atención al contacto de la parte interna de las puertas pintadas con sustancias que manchan y productos de limpieza no adecuados.