Laminado melamínico
La puerta de melamina consiste en un panel de partículas de madera (US EPA TSCA Title VI) revestido de uno o dos lados con papel melamínico, material sintético constituido por hojas de papel muy finas impregnadas de resinas termoendurecidas. Sobre la superficie se extiende un ulterior estrato de resina con función protectora. Se trata de un material práctico, resistente, fácil de utilizar y limpiar.
Dónde están
- Puertas
- Repisas
- Muebles abiertos
- Estantes
- Traseras
- Mesas
- Encimeras
Datos técnicos
La puerta de melamina consiste en un panel de partículas de madera (clase E1) revestido de uno o dos lados con papel melamínico, material sintético constituido por hojas de papel muy finas impregnadas de resinas termoendurecidas. Sobre la superficie se extiende un ulterior estrato de resina con función protectora. Inicialmente utilizado como producto económico en sustitución de la “madera auténtica” o del laminado plástico, hoy gracias al desarrollo de papeles cada vez más realistas se pueden simular los poros de la madera creando rugosidades de efecto matérico (poro a registro); gracias a las notables dotes de dureza y resistencia a las rayas y la facilidad y velocidad de elaboración, este producto es muy apreciado y empleado con frecuencia en el mundo de la decoración. “Para estos materiales es importante considerar la resistencia a la luz, que generalmente es mejor que en la madera, dado que la impresión del papel se obtiene con colorantes artificiales” (Franco Bulian vicedirector Catas – Ambiente Cocina).
Laminado TSS - Thermo Structured Surface (presente sólo en Creo) es un proceso de elaboración con termoendurecido irreversible: además de la particular preparación y elaboración de la superficie, permite obtener efectos de notable profundidad, dando vida a superficies de extraordinarias prestaciones técnicas, altísima resistencia a las rayas y a las sustancias químicas, además de un asombroso efecto estético táctil.
Mantenimiento
Para la limpieza de los laminados melamínicos se pueden utilizar sólo productos neutros y un paño suave tipo microfibra. Evitar los detergentes ácidos, como la lejía, o básicos, como el amoníaco. En caso de manchas de cal, se pueden utilizar productos con contenido de ácidos débiles (ácido acético al 10-15% y ácido cítrico diluido) o agua tibia y bicarbonato en caso de residuos leves. No utilizar pastas abrasivas, productos en polvo, esponjas ásperas ni lana de acero, ya que podrían comprometer la integridad de las superficies. Se recomiendan los productos para la limpieza de vidrios o específicos para materiales laminados. Para evitar las estrías, repasar los frentes con un paño seco. Las manchas de tinta se pueden tratar con alcohol desnaturalizado y un paño suave, pero el alcohol se debe utilizar con cautela, ya que es demasiado agresivo. No utilizar acetona u otros solventes / diluyentes. Durante el uso y el mantenimiento, atención a los cantos de los paneles: si se descuidan o someten a calor excesivo, agua, humedad, pueden debilitarse y favorecer la aparición de anomalías. Por este motivo, secar siempre los vapores, la condensación y el agua estanca, y no utilizar elementos de limpieza que produzcan vapor a altas temperaturas.